Por pura casualidad encontré esta película realizada en el 2007 por Koen Mortier basada en alguna novela extraña. Ex Drummer es la historia de un grupo de hombres bastante maduros que andan buscando a un baterista. Un día deciden ir en busca de un famoso escritor para que sea el baterista de ‘ The Feminist ‘ -nombre que es propuesto por el escritor días después-, al principio él se niega a participar en el proyecto porque simplemente su estatus no va con el de esos tipos que representan la escoria de la sociedad, sin embargo, ve en ellos a los personajes de su próxima novela exitosa.
Hasta aquí la historia suena interesante y hasta cierto punto dramática, pero durante más de noventa minutos la historia no termina de ser algo inestable para el espectador. Claramente influída por Gaspar Noé, Ex Drummer trata de utilizar las mismas técnicas en las escenas de violencia y sexo; también tiene notorias similitudes con lo que hizo algunos años el ahora ganador del Oscar ‘Danny Boyle’ y su aclamada ‘Trainspotting’. Es evidente que la película trata de provocar al espectador con escenas escandalosas, impactantes, líneas argumentales llenas de misoginia, racismo y mucho Punk. El Punk es una pieza importante y determinante en la película porque a partir de ésto se puede ‘justificar’ todo el desorden y caos de la película. Las escenas y el soundtrack logran una perfecta comunión, pero, estos dos elementos no logran encajar con la historia de tal manera que el director pretende que en algunas partes de la película sea atrapado en el frenesí pero en otras busca suavizar la crudeza con un fondo lento y con música de violín y esas cosas, simplemente no mantiene una línea. Finalmente, Ex Drummer es una película a la que amas u odias, no hay términos medios. ¿La recomiendo? No, no lo haría.
Hasta aquí la historia suena interesante y hasta cierto punto dramática, pero durante más de noventa minutos la historia no termina de ser algo inestable para el espectador. Claramente influída por Gaspar Noé, Ex Drummer trata de utilizar las mismas técnicas en las escenas de violencia y sexo; también tiene notorias similitudes con lo que hizo algunos años el ahora ganador del Oscar ‘Danny Boyle’ y su aclamada ‘Trainspotting’. Es evidente que la película trata de provocar al espectador con escenas escandalosas, impactantes, líneas argumentales llenas de misoginia, racismo y mucho Punk. El Punk es una pieza importante y determinante en la película porque a partir de ésto se puede ‘justificar’ todo el desorden y caos de la película. Las escenas y el soundtrack logran una perfecta comunión, pero, estos dos elementos no logran encajar con la historia de tal manera que el director pretende que en algunas partes de la película sea atrapado en el frenesí pero en otras busca suavizar la crudeza con un fondo lento y con música de violín y esas cosas, simplemente no mantiene una línea. Finalmente, Ex Drummer es una película a la que amas u odias, no hay términos medios. ¿La recomiendo? No, no lo haría.
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