Este documental está dividido en cinco capítulos y un epílogo. Básicamente, el objetivo de este documental es encontrar la verdad, ¿existe o no el cine Snuff? Antes de responder o hallar una respuesta a tan difícil pregunta, Paul Von Stoetzel (director) nos muestra qué es el Snuff a través de algunas concepciones que ya se han manejado y también la opinión de algunos expertos, investigadores del FBI, cineastas y hasta un cinéfilo que ha preferido no decir su nombre. Se detalla como a finales de los setentas, se inició una protesta sobre el famoso film demoninado 'Snuff' y las reacciones de la gente ante las películas que mostraban una relación entre el hard core y la violencia. La línea entre el cine pornográfico y el mítico cine Snuff era, es y seguirá siendo casi invisible. Sin embargo, en los siguientes capítulos, el director y los demás responsables de la película que opinan al respecto amplian todo lo relacionado con el Snuff, la cultura que lo ha rodeado y como de manera involuntaria todos en algún momento hemos creado o pegado un ladrillo más a este mito.
Debo admitir que las películas que más me han resultado grotescas son las italianas. Y es precisamente en el segundo capítulo de este documental donde se habla sobre la famosa película que aunque uno no la haya visto sabe de su existencia, Holocausto Caníbal, película que invoca y sugiere que creamos que lo que vemos es real. No ha sido la única película italiana que maneja tal temática de hacer parecer reales las escenas de violencia, Saló es otra que también invita al espectador a sorprenderse con escenas de mutilación. A pesar de que a Saló quizás está a la par o tiene más mitos que Holocausto Caníbal, no es tomada como punto de referencia para el documental ya que el director prefiere utilizar otro film más explícito y que aseguro tiene muchos fans en el mundo, me refiero a la saga de Guinea Pig. Tanto Snuff (1976), Holocausto Caníbal y Guinea Pig son películas con efectos especiales realizadas para ese público que está ávido de presenciar violencia, pero todos sabemos que lo que vemos no es real y esa condición es la que mantiene a ese público dentro de una cierta categoría que es aceptada.
Para que una película sea considerada Snuff debe ser creada para entretener mediante la realización de un asesinato, filmarlo mientras se lleva a cabo y venderlo, es por eso que algunos aseguran que el cine Snuff no existe porque hasta la fecha no se ha comprobado que una película haya sido hecha con el propósito de comercializar un asesinato, con el mero objetivo de 'entretener'. Las personas prefieren ver una película romántica, comedia o drama que despierte sentimientos nobles o 'sanos', pocos son los que se atreven a ver un film donde se tortura y desmiembra a una persona. Quizás de aquí parte el mito del cine Snuff, de alimentar ese morbo de las personas por saber si en verdad se le matará a esa persona que ven su pantalla, pero insisto, expertos afirman que no existe película en el planeta que haya sido concebida para entretener mediante la filmación de un asesinato, ¿realmente será cierto?
En líneas anteriores, mencioné que todos en algún momento hemos contribuido a que este mito se haga más palpable y deje de ser una simple leyenda urbana, ¿por qué? porque la mayoría de nosotros hemos sido participes de un evento violento, de manera involuntaria y aunque no deseamos verlo, el morbo nos gana y cuando nos damos cuenta ya estamos viendo una escena de alguna ejecución en el Medio Oriente, o algún video de algún atropellado. En el documental hay un capítulo que enfatiza la relación entre el cine Snuff y la guerra; se muestran escenas de guerras pasadas y de la más actual que sucedió en el 2003, con la invasión de los soldados a Iraq y aunque esto no es nuevo, es decir, el hecho de que algunos soldados norteamericanos se grababan mientras mataban a civiles, sí se enfatiza el acto voluntario de burlarse y gozar una situación violenta mientras se filmaban. Quizás, nunca pasó por sus mentes comercializar dichos videos, pero, el deseo de aniquilar vidas humanas y disfrutar mientras se hace ¿no es parte del cine Snuff?
Un capítulo importante en el documental es la relación entre el cine Snuff y los asesinos seriales, tomando como referencia a Henry Lee Lucas que tuvo su apogeo de asesinatos a finales de los 70's, misma época en que la película Snuff (Michael&Roberta Findlay,1976) despertaba el interés del público por asegurar que era la película más sangrienta que se había hecho. Todo este ambiente creó un ambiente bastante prolífico para el cine con temática violenta y sangrienta, de hecho, algunos aseguran que todo este mito del cine Snuff fue creado para incrementar las ventas del cine de terror, específicamente el género Gore.
El productor ejecutivo de este documental es Mark L. Rosen y él es una pieza clave de los testimonios y opiniones que se presentan en este película para desmitificar al cine Snuff. Esta persona expresa algunas experiencias que realmente son impactantes y asegura que el cine Snuff sí existe, a pesar de lo que el FBI se ha preocupado por negar tanto tiempo. Mark L. Rosen es una pieza clave para reflexionar sobre el cine Snuff y su impacto en la sociedad. El documental tiene escenas muy fuertes, demasiado explícitas para el espectador, sin embargo, lo más fuerte son las opiniones que ahí se presentan.
Debo admitir que las películas que más me han resultado grotescas son las italianas. Y es precisamente en el segundo capítulo de este documental donde se habla sobre la famosa película que aunque uno no la haya visto sabe de su existencia, Holocausto Caníbal, película que invoca y sugiere que creamos que lo que vemos es real. No ha sido la única película italiana que maneja tal temática de hacer parecer reales las escenas de violencia, Saló es otra que también invita al espectador a sorprenderse con escenas de mutilación. A pesar de que a Saló quizás está a la par o tiene más mitos que Holocausto Caníbal, no es tomada como punto de referencia para el documental ya que el director prefiere utilizar otro film más explícito y que aseguro tiene muchos fans en el mundo, me refiero a la saga de Guinea Pig. Tanto Snuff (1976), Holocausto Caníbal y Guinea Pig son películas con efectos especiales realizadas para ese público que está ávido de presenciar violencia, pero todos sabemos que lo que vemos no es real y esa condición es la que mantiene a ese público dentro de una cierta categoría que es aceptada.
Faces of Death también es un ejemplo claro de crear películas para alimentar la sed de morbo que tienen algunas personas para ver escenas reales de personas que están a punto de morir o que de plano ya están muertas. Aunque los productores de este tipo de películas no son responsables de las muertes que presentan en sus films, sí son responsables de alimentar la perturbación del espectador y que desafortunadamente estas películas lleguen a las personas que tienen tendencias a cometer algún acto ilícito. Aunque no es un absoluto, puede existir la posibilidad de que una película como Faces of Death pueda provocar agresividad en el espectador, o quizás, romper esa barrera que puede tener una persona para no corromper la vida de otros. En el documental, algunos investigadores que han trabajado para el FBI han sido testigos de casos en donde los asesinos han grabado sus actos violentos, pero, aún siguen negando la existencia de películas Snuff ya que éstas no fueron creadas para ser comercializadas sino por mera satisfacción propia.
El productor ejecutivo de este documental es Mark L. Rosen y él es una pieza clave de los testimonios y opiniones que se presentan en este película para desmitificar al cine Snuff. Esta persona expresa algunas experiencias que realmente son impactantes y asegura que el cine Snuff sí existe, a pesar de lo que el FBI se ha preocupado por negar tanto tiempo. Mark L. Rosen es una pieza clave para reflexionar sobre el cine Snuff y su impacto en la sociedad. El documental tiene escenas muy fuertes, demasiado explícitas para el espectador, sin embargo, lo más fuerte son las opiniones que ahí se presentan.
Trailer SNUFF: a documentary about killing on camera
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